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iI. Las piedras romanas de Azuaga II

 

Plaza de la Merced, Azuaga (Badajoz)

 

Introducción

Ana Alejandre

Para hablar de la historia de Azuaga nos remitimos a otra obra con el el título “Azuaga y su historia”, obra de varios autores, los mismos del libro “Azuaga y su arte”, ambas excelentes obras por el estudio exhaustivo que realizan sus autores, en una labor de investigación encomiable que nos lleva hasta las raíces de la historia de Azuaga, y de su arte, en un exposición exhaustiva y rigurosa, pero siempre amena, además de ofrecer una extensa bibliografía.

En cuanto a la historia de Azuaga, por la documentación y restos arqueológicos que se encuentran en la villa y sus alrededores, vestigios de la invasión romana que demuestran la gran influencia de Roma en la sociedad, la cultura, la política y la economía de esos primeros siglos de nuestra era que se advierte a lo largo de toda la Bética, región a la que pertenecía Azuaga en esa época.

Pero, como siempre, hay que dejar hablar a los especialistas en historia y arqueología, por lo que se transcribe el Primer capítulo de la obra “Azuaga y su historia”, que lleva el título “Las piedras romanas de Azuaga”, donde se hace un extenso estudio de los diversos datos e inscripciones que los restos arqueológicos nos ofrecen y que analizan los autores de dicho libro, a la luz de las últimas investigaciones realizadas del pasado romano azuagueño.

Se transcriben d capítulo I. Las piedras romanas de Azuaga, los epígrafes 1 "El misterio de las piedras" y 2. El linaje de los epígrafes. El culto imperial, ,de la mencionada obra, del que se suprimen los siete primeros párrafos del primer epígrafe que hablan de los teorías de los diversos epigrafistas

En esta nueva edición se publica el epígrafe tercero y último de dicho capítulo Iya mencionado, Para la transcripción se utiliza el el tipo de letra cursiva para resaltar dicho texto transcrito que va entrecomillado.

Espero que sea del interés de los lectores conocer un poco de la historia de Azuaga, a través de las piedras, restos arqueológicos que rompen su silencio de siglos para acercarnos aquella época de la Roma Antigua traída hasta este rincón de España llamado Azuaga.

 

 

Restos del Castillo de Miramontes,Azuaga (Badajoz)

 

I. Las piedras romanas de Azuaga

3. El enigma del lugar.


En Azuaga. en los alrededores del castillo, donde se sitúan las ruinas del antiguo Municipium luíium V. fueron encontradas las piedras de las que hablamos. Pero ellas no dicen el nombre de la ciudad que las levantó, o mejor dicho, tal vez alguna sí lo dice, mas de un modo velado, y no sólo porque, si está, se halla oculto en unas abreviaturas -M. I. V. o M. F. V.50-. sino porque ni siquiera éstas, peculiares y oscuras, son fácilmente interpretables para los expertos.

Hübner. en 1869. en un intento de identificar Azuaga con alguno de los municipios romanos, consideraba: «la última región del convento cordobés y la última parte de toda la provincia Bélica es la Beturia de los Túrdulos que junto con la otra Beturia. que era de ios célticos que alcanzan también la Lusitania. había sido convento hispalense-'. Una vez situado aquí, repasa los nombres que Plinio el Viejo emplaza en esia provincia y. tras la eliminación de unos y otros por diferentes razones, queda sólo el nombre de Arsa «este es el único motivo, si no me equivoco, por el que los hispanos han colocc'.do Arsa en Azuaga». Con todo, continúa: «la propia naturaleza de los lugares parece indicar que no son de la misma antigua ciudad las inscripciones encontradas en Azuaga y esas que adscribimos a Ugultuniaco. Por consiguiente, cuál fue el nombre de esta ciudad, si Arsa o no. será mejor que permanezca incierto»3*.

Sin embargo, en el año 1892 parecía aceptar ya que Azuaga se había llamado Municipium lulium V... nombre oculto en las letras que mostraban algunas piedras: M. I. V. P P F. D. Pero en medio de conjeturas y dudas sólo se atrevía a afirmar «es cierto que en Azuaga o en las proximidades ha de buscarse un viejo municipio de la Beturia céltica (...) Es cierto que Ugultuniaco no puede situarse en Llerena». Ahora bien, al 29 30 31
29. No se trata, desde luego, del sobrenombre de Augusto, como parece indicar la traducción publicada por Rodríguez Diaz (o.c.. p67)
30. En alguna inscripción se lee F (Flavio) en lugar de 1 (lulio) en honor, quizás, de Vespasiano que concedería al lugar el título de Municipio.31. CIL. II. cap XXI. p.323

tienen la misma intención, el mismo régimen de vida, y nada hay en ellas por lo que pueda apreciarse que son dos». Si aún continuamos leyendo al escritor latino, sabremos que en ese año (100 d.C.) Marciana, porque no había querido, no era todavía Augusta. «(...)jamás se verán amenazadas con convertirse en simples particulares las que nunca dejaron de serlo. El Senado les había ofrecido el sobrenombre de augustas, que rechazaron a porfía durante todo el tiempo que tú rehusaste aceptar el título de padre de la patria o quizá porque consideraban como mayor honor ser llamadas esposa y hermana tuyas que ser llamadas augustas. Pero cualquiera que sea el motivo que les incitó a tal modestia, son más dignas de que nosotros las consideremos como augustas, precisamente por eso. por no llevar el título». Cuando Marciana murió el 29 de agosto del 112 y antes de que se celebraran sus funerales fue deificada, lo que puede entenderse como una prueba más de aquello que se antojaba impensable: el absolutismo y la propaganda dinástica del imperio de Trajano. Entonces, su hija Matidia27 28. de la que hablan el otro u otros epígrafes, quien oficiosamente también había sido llamada Augusta. asumió oficialmente ese título. Matidia junto a Plotina había acompañado a Trajano durante la guerra de los partos y en el momento en que a éste le sobrevino la muerte en el camino. sin haber llegado a Italia, ambas se hallaban con él.

Clave es para la datación de estas dos inscripciones el título de augustas, pues sitúa la de Marciana después del año 105 y la de Matidia más allá del 112. aunque pudiera ser que esta última fuera anterior, ya que. si bien no oficialmente, al menos oficiosamente Matidia era llamada augusta antes de ese año.

La ciudad pacense conserva todavía la lápida que sus herederos alzaron en re- *uerdo de Marco Herenio Letino. Podría tratarse de un liberto imperial, si ha de consi- ‘rarse el cognomen Laerinus2*. procedente de laetus. Con frecuencia los esclavos periales. al recibir la libertad, tomaban nombres derivados de laetus. Félix, etc... Per- necia a la tribu Galería, de la que se conocen otros miembros que ocuparon cargos eolíticos en esas tierras, como Quinto Manlio Avito, cuyo epitafio fue encontrado en la iglesia parroquial de Medina de las Torres.

Ejerció este Herennius las más altas magistraturas municipales Fue edil y después duunviro. magistratura equivalente al consulado romano. Por consiguiente, no cabe sino pensar que el lugar en el que vivía era un municipio y. por tanto, gozaba de sus duunviros. elegidos por los comicios o asambleas del pueblo, dotados de poderes administrativos y de policía, así como de ciertos poderes militares, fiscales y jurídicos, y a quienes ayudaban los ediles. Por otro lado, el título de pontífice augustal es indicio evidente de que en ese municipio, igual que en otros y en muchas colonias, estaba
27 Es hija de Marciana y de C Salonio Matidio Patruino y sobrina de Trajano. pese a las palabras de Rodríguez Díaz (o.c p.66. nota l) «Hay quien dice que Marciana era hermana de Trajano y Matidia hija de Marciana, pero no tiene razón alguna quien asi lo afirme, porque las lápidas dicen que eran hermanas de Trajano». En realidad, las lápidas no dicen tal. sólo una mala lectura de las mismas, debido a la dificultad que ofrecen las abreviaturas, ha conducido a dicha interpretación.
28 Si fuera, en efecto, un liberto habría que remontar tal vez esta inscripción a una época anterior al año 24 d C en que se promulgó la ¡ex Visellia, por la que se excluía a éstos de las magistraturas municipales y de los consejos de decuriones Por otro lado, es posible que haya que leer junto con J R. Mélida La retí ñus. En todo caso, es difícil encontrar algún testimonio sobre este M. Herenio Letino o Laretino.organizado el culto al emperador. Hay quienes han leído augur en lugar de augustal29, pero se ve más plausible esta última lectura, pues son bastantes las inscripciones hispanas dedicadas a flamines augustales y varias, aunque más escasas, las levantadas en honor de pontífices. Nada extraño, por otra parte, dado que en Hispania se extendió con gran éxito el culto imperial, ese sorprendente fenómeno del imperio romano iniciado tras la muerte de Augusto.

Se han ido leyendo, desvelando las piedras una a una. pero queda aún en el aire la cuestión del porqué de ellas, de qué impulsó a los habitantes de ese lugar a levantarlas. Su sentido, su razón de ser sólo es posible hallarlos en una lectura conjunta en la que se revela fundamental la columna de Herenio. que viene a hacer de todas un relato sobre la existencia en estas tierras de ese culto imperial que nace en Roma en el siglo I.d.C.


3. El enigma del lugar.

En Azuaga. en los alrededores del castillo, donde se sitúan las ruinas del antiguo Municipium lulium V, fueron encontradas las piedras de las que hablamos. Pero ellas no dicen el nombre de la ciudad que las levantó, o mejor dicho, tal vez alguna sí lo dice, mas de un modo velado, y no sólo porque, si está, se halla oculto en unas abreviaturas -M. I. V. o M. F. V.30-. sino porque ni siquiera éstas, peculiares y oscuras, son fácilmente interpretables para los expertos.

Hübner. en 1869, en un intento de identificar Azuaga con alguno de los municipios romanos, consideraba, «la última región del convento cordobés y la última parte de toda la provincia Bética es la Beturia de los Túrduíos que junto con la otra Beturia. que era de los célticos que alcanzan también la Lusitania. había sido convento hispalense Una vez situado aquí, repasa los nombres que Plinio el Viejo emplaza en esta provincia y. tras la eliminación de unos y otros por diferentes razones, queda sólo el nombre de Arsa «este es el único motivo, si no me equivoco, por el que los hispanos han colocado Arsa en Azuaga». Con todo, continúa: «la propia naturaleza de los lugares parece indicar que no son de la misma antigua ciudad las inscripciones encontradas en Azuaga y esas que adscribimos a Ugultuniaco. Por consiguiente, cuál fue el nombre de esta ciudad, si Arsa o no. será mejor que permanezca incierto»31.

Sin embargo, en el año 1892 parecía aceptar ya que Azuaga se había llamado Municipium lulium V... nombre oculto en las letras que mostraban algunas piedras: M. I. V. P P F. D.. Pero en medio de conjeturas y dudas sólo se atrevía a afirmar «es cierto que en Azuaga o en las proximidades ha de buscarse un viejo municipio de la Beturia céltica (...) Es cierto que Ugultuniaco no puede situarse en Llerena». Ahora bien, al
29 No se trata, desde luego, del sobrenombre de Augusto, como parece indicar la traducción publicada por Rodríguez Díaz (oc. p.67).
30 En alguna inscripción se lee F (Flavio) en lugar de I (lulio) en honor, quizás, de Vespasiano que concedería al lugar el título de Municipio31 CIL. II. cap XXL p.323.

Azuaga y su Historia 20preguntarse por esa V... reconocía que ninguna de las fortalezas del elenco pliniano cuadraba con esa letra que habían transmitido las inscripciones, salvo Ugultuniaco: y. lleno de prudencia, no se decidía a proponerla, porque en tiempos de Plinio ese lugar llevaba los sobrenombres de Contributa lulia y no de Municipium lulium. Pensaba también en Vaina, pero la descarta, dado que sólo Ptolomeo la localiza en la Bética. Por tanto, aunque había hecho ciertos avances desde su investigación anterior, concluía: «Así pues, cuál haya sido ese municipium lulium V... todavía no se sabe. Y no nos ha de extrañar puesto que en esas regiones existen tantas ciudades desconocidas»32.

Ha transcurrido tiempo desde entonces y. sin embargo, todavía hoy el nombre antiguo de Azuaga es un enigma. J.M Alvarez tan sólo es capaz de asegurar que «¡a identificación de Azuaga con el Municipium lulium V está fuera de duda»33. Es decir, no más de lo que se sabía 117 años antes.

Tal vez signifique un paso adelante, a la par que el cierre de un horizonte de expectativas, el trabajo de los arqueólogos Ramón Rodríguez Bordallo y Ana M. Ríos Braña. un estudio pormenorizado sobre la condición jurídica y localización de Contribuía lulia Ugultuniacum en el que confirman la condición de municipio para esta ciudad y. además, entretejidas las distintas hipótesis de otros estudiosos acerca de su emplazamiento con los testimonios de los escritores latinos, proponen que «se hallaba en el lugar denominado 'los Cercos’, en la Dehesa de Castillejo, a 1500 m. de distancia al E. de Medina de las Torres, en el triángulo formado por el Camino de la Cañada, el Arroyo de Castillejo y el Arroyo de Palancares o de San Blas»3’.


Si esto fuera cierto. Contribuía lulia Ugultuniacum o Municipium lulium Ugultuniacum -ya que la ciudad de Contribuía constituía un municipio- no puede ser la actual Azuaga.

Pero, entonces, ¿cómo se llamaba? o ¿es que no hubo nunca allí o en sus alrededores una ciudad en época romana? Poco probable parece esto si hemos ó? tener en cuenta otros hallazgos más recientes.- las galerías de las que da noticia J.M. Alvarez35 36, descubiertas fortuitamente en el curso de unos trabajos públicos, quizá relacionadas con un establecimiento minero, o los glandes o balas con las iniciales Q. M. (Quinto Metelo). estudiadas por Claude Domergue30. datadas, atendiendo a la forma de la letra, típica de los años de la escritura monumental, en el s. I. a. C.. y más aún. hechas corresponder a Quinto Metelo Pío. procónsul de la Hispania Ulterior y adversario de Señorío desde el año 79 a. C. hasta el 72 a. C.

Tal vez haya que aceptar con Hübner y Álvarez que Azuaga fue el Municipium lulium Ugultuniacum. En todo caso, el enigma del nombre se descubre aún sin una32. C1L. II. SuppL. cap XXL p.889.33. ALVAREZ. J M.. Historia de la Raja Extremadura, vol. II. cap. II. Badajoz. 1986. p 113.
34. RODRÍGUEZ BORDALLO. R y RIOS BRANA. A «Contributa lulia Ugultuniacum» en V Congreso de Estudios Extremeños. Diputación Provincial de Badajoz. Badajoz. 1976. pp. 151-15835. ÁLVAREZ. J. M. o.c. p. 113.36. DOMERGUE, C.. «Un temoignage sur l'industrie miniére et métalurgique du plomb dans la région de Azuaga (Badajoz) pendant la guerre de Senorius». XI Congreso Nacional de Arqueología, Mérida. 1968 Zaragoza. 1970, pp.608-626.
Azuaga y su Historia
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irrefutable solución. La búsqueda sigue en pie. Los que se preocupan y ocupan en las antigüedades romanas tienen la palabra. El diálogo con las piedras de Azuaga permanece abierto. Ahora bien, los últimos trabajos aseguran que es el Municipium luiium Uguítuniacum”.

I. Inscripciones de Azuaga editadas por Hübner en Inscriptiones Hispaniae Latinae. voL II del Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL). Berlín 1869:2338
DRUSO. CAESARI ti. aug.
E DIVI. AUG. N. PONTIF auguri COS. II. TRIB. POTEST ii..
2339
DIVO
NERVAE D.D.M.I.V
PI.E.D

2340 divae
MARCIAnaE augustae IMPCAES.DIVI.NERVAE.F NERVAE TRAIANLOPTIMI AUG. germ. dacici parthici sorori
2341
MATIDIAE. AUGUSTAE IMPCAES.DIVi NERVAE.F NERVAE.TRAIANLOPT1MI AUGUS.GERM.DACICI.PARTHICI SORORIS fiíiae

2342
M.HERENNIO.M.F GALERIA . LAETINO AED . II VIR . III PONTIF . AUGG HeREDES.EX.TESTAMENT
EIUSII. Ir'capciones de Azuaga editadas por Hübner en Inscriptionum Hispaniae Latinarum ¿upplementum. Suplemento del voL II del Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL). Berlín.1892:
5543 IMP CAESARI DIVI. NERVAE.F NERVAE.TRAIANO OPTIMO.AUG.GER
PARTHICO DACICO. PONTIF MAXIM. TRIBUN POTEST.XVIIII.IMPXI COS . VI . P . P D. D. M. F V P.P.F.DAI emperador. César. Nerva Trajano. hijo del divino Nerva. Optimo. Augusto. Germánico. Dácico. Pártico, Pontífice Máximo, revestido diecinueve veces de la potestad tribunicia, once veces imperator. seis veces cónsul. Por decreto de los decuriones, a expensas públicas, el municipio Flavio (lulio) V... hizo y dedicó (Fecit Dedicavit) (también puede traducirse: «ordenó que se hiciera»

(Faciendum DecrevitY).
Azuaga y su Historia
225544
DIVO
NERVAE
D.D.M.I.V
PI.E.D

AI divino Nerva. por decreto de los decuriones, el municipio lulio V... (la última línea parece mal leída, tal vez las dos últimas letras sean E D. Fecit dedicavit (hizo y dedicó) o Faciendum Decrevit (ordenó que se hiciera)

5545
MARCIAnaE.AUGUSTAE.IMP
CAES.DIVI.NERVAE.ENER
VAE.TRAIANI.OPTIMI.AUG
GERM.DACICI.PARTHICI
SORORI

A Marciana. Augusta, hermana del emperador. César. Nerva Trajano, Optimo. Augusto. Germánico. Dácico, Pártico. hijo del divino Nerva.

5546
MATIDIAE . AUGUSTAE
IMPC AES. DIVI. NAERVAE
ENAERVAE.TRAIANI
OPTIMI.AUG.GERM.DACICI
PARTHICI.SORORI. f
A Marco Herenio Letino. hijo de Marco. de la tribu Galeria. edil, tres veces duunviro. pontífice augusto. Los herederos en virtud de su testamento.Al divino Nerva. por decreto de los decuriones, el municipio lulio V... hizo y dedicó (Fecit Dedicavit) (ordenó que se hiciera (Faciendum Decrevit)).5548 MATIDIAE AUGUSTAE IMPCAES.DIVI NERVAE. ENERVAS TRAIANI.OPTIMI AUG.GERM.DACICI SORORIS f. D d. M . I . V P.P.F.DA Matidia, Augusta, hija de la hermana del emperador, César, Trajano Nerva. Optimo. Augusto. Germánico. Dácico. hijo del divino Nerva. Por decreto de los decuriones, el municipio lulio V... a expensas públicas, hizo y dedicó (Fecit Dedicavit) (ordenó que se hiciera (Faciendum Decrevit)).A Matidia. Augusta, hija de la hermana del emperador. César. Nerva Trajano. Optimo. Augusto. Germánico. Dácico. Pártico. hijo del divino Nerva

5547
M . HERENNIO
M . F . GALERIA
LAETI NO
AED . IIVIR . III
PONTIF . AUG
HEREDES
EX TESTAMENTO.EIUS ."


 

 

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