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Algonso Lugones

Alfonso Lugones

 

Leopoldo Lugones

Ana Alejandre

Leopoldo Lugones (Villa María del Río Seco, Argentina, 1874 - Buenos Aires, 1938), poeta argentino, poseedor de una inmensa cultura. se le considera la figura más importante del modernismo argentino y una de los escritores más relevantes de la literatura hispanoamericana.

Su infancia y adolescencia transcurrieron en su tierra natal y, después de una corta estancia en Santiago de Estero, se instaló en Buenos Aires en 1895. En dicha ciudad empezó a trabajar en el diario El Tiempo y, dos años más tardé, fundó La Montaña, periódico de ideología revolucionaria, junto a José Ingenieros.

Sus inicios poéticos fueron con su poemario Los mundos (1893) que obtuvo escasa resonancia. Sin embargo, su encuentro con Rubén Darío que se produjo en 1896, en Buenos Aires, fue decisivo para la nueva orientación poética de Lugones. Esto se advierte en Las montañas de oro (1897), obra en la que se manifiesta que su autor pasa del tono retórico al irónico, imaginativo y, en cierta forma, extravagante de Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909). Ambas obras ofrecen un escenario decadente y sofisticado, en el que prima la elegancia y lasitud modernistas, con un esteticismo que refleja la evidente influencia de Rubén Darío, El estilo de Lugones se compone por su originalidad personalísima en sus creaciones y la belleza lírica de sus poemas dentro de una gran precisión y claridad.

Fue a partir de 1910 cuando Leopoldo Lugones cambió su mundo poético, dirigiendo su mirada a su tierra y sus gentes (Odas seculares, 1910). Más tarde centró su atención en los temas cotidianos, desde el punto de vista de una personal rutina, de cuya etapa son los títulos El libro fiel (1912), al que siguieron otros poemarios como El libro de los paisajes (1917), Las horas doradas (1922) y Romancero (1924). Más tarde se fue decantando por la creación de una poesía narrativa como son las obras Poemas solariegos (1927) y Romances del Río Seco ( obra qee fue publicada póstumamente, en 1938).

Después de otras varias ocupaciones poco significativas, consiguió la dirección de la Biblioteca Nacional de Maestros. Realizó varios viajes a Europa y vivió en París de 1911 a 1914. De vuelta a su país, colaboró en La Nación y fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1926 y, dos años, después, fundó la Sociedad Argentina de Escritores.

Como narrador. este escritor tuvo gran resonancia por sus relatos que conforman los títulos Las fuerzas extrañas (1906), La torre de Casandra (1919), Cuentos fatales (1924) y La patria fuerte (1933). En estas historias breves su autor hizo varios experimentos fantásticos que fueron los precursores de los más célebres relatos de los autores más importantes de este complejo género, como fueron Horacio Quiroga, Jorge Luís Borges, que fue uno de los mayores admiradores de Lugones, y Julio Cortázar.

También es autor de dos novelas extraordinarias: un relato histórico sobre la guerra de la independencia, con el título La guerra gaucha (1905), y El ángel de la sombra (1926).título de una novela teosófica en forma de meditaciones esotéricas La guerra gaucha fue llevada al cine y se convirtió en uno de los films referentes del cine argentino de su época.

Tuvo una evidente evolución política que estuvo marcada por su inicial y apasionada ideología socialista que ayudó a introducir en Argentina a través de sus intervenciones y escritos, A pesar de su ardiente defensa del socialismo, con el tiempo se fue decantando por una posición más conservadora, después de una corta etapa de aproximación al pensamiento liberal, lo que le hizo inclinarse hacia la derecha y, por ello, terminó siendo uno de los principales defensores del fascismo argentino, especialmente a partir de 1924, año en el que proclamó que había llegado “la hora de la espada”. Más tarde, ya estaba considerado como una figura prevalente del movimiento reaccionario de su país y colaboró activamente con el golpe de estado militar del general José Félix Uriburu (6 de septiembre de 1930).

Su apoyo al golpe de Estado de 1930, la desilusión que éste le produjo y, quizás, una profunda crisis sentimental le provocaron una depresión que provocó su suicidio. El 18 de febrero de 1938, se mató en un recreo (finca) del Delta de San Fernando, llamado «El Tropezón», ingiriendo cianuro de potasio mezclado con whisky.

Una de las hipótesis sobre la razón que le llevó a tan trágico final es que Lugones estaba muy enamorado de una joven que conoció en una de las conferencias que impartía en la Facultad de Filosofía y Letras.. Mantuvieron una relación sentimental y apasionada. Por la presión de su hijo que descubrió el romance tuvo que abandonarla. Este hecho le habría llevado a una profunda depresión por la que pondría fin a su vida,

Este trágico legado suicida lo secundaron algunos de sus descendientes. Su hijo, Leopoldo Lugones, conocido como “Polo”, inventor de la picana eléctrica (instrumento de tortura) se suicidó en 1971. Su nieta Susana, “Piri” Lugones,, fue detenida y desaparecida en diciembre de 1978 por el terrorismo de Estado que llevó a cabo la última dictadura civico-militar desde 1976 a 1983. Uno de los hijos de “Piri”, Alejandro, se suicidó, en Tigre, como su famoso bisabuelo,

Esta continuada tragedia familiar recuerda a la de la familia de Horacio Quiroga, gran amigo y devoto admirador de Lugones, unidos en un paralelismo de destinos familiares trágicos y compartidos por ambos, como una extraña maldición ineludible en su fatal designio.

 

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