Usted está aquí:  >>> Crítica Literaria 

Crítica literaria

 

No te verémorir, Antonio Muñoz Molina

No te veré morir Antonio Muñoz Molina Planeta, 2023

No te veré morir
Antonio Muñoz Molina
Planeta, 2023

Ana Alejandre

Después de cuatro años sin publica una novela, Antonio Muñoz Molina nos ofrece No te veré morir, pues su obra aparecida en plena pandemia Volver a dónde, escrita a modo de memorias o testimonio de cuando surgió la pandemia está escrita a modo biográfico y testimonial, en esta nueva obra encontramos una historia de amor y otras muchas cosas más.

La historia de amor la protagonizan Gabriel Aristu y Adriana Zuber y, aunque ambos creían que pasión que les unía duraría toda la vida, como todos los enamorados piensan al principio de la relación amorosa, no fue así y los azares del destino los separaron durante cincuenta años, durante los que la distancia y la incomunicación los separaron, ya que ella queda en España, durante la dictadura franquista, mientras él se había instalado en los EE.UU. hasta que vuelven a encontrarse cuando ya son dos ancianos.

El reencuentro no solo les hace recordar todo aquello que no habían expresado, acallado tantas décadas atrás: besos, caricias, deseos insatisfechos, sino también les hace comprender que no solo tienen nostalgia de aquel amor apasionado, sino también de las personas que fueron una vez y que son más irrecuperables que el tiempo perdido que nunca vuelve atrás.

No te veré morir es una hermosa y emocionante narración de una pasión quebrada por la vida, una novela que, contando una historia de amor, trata sobre el poder de la memoria y el olvido, el inexorable paso del tiempo y los estragos que hace en la vida humana; así como la búsqueda constante e imperiosa del amor por arte de los seres humanos, siempre guiados por su muchos espejismos que se quiebran como cristales rotos y, además ofrece esta novela una reveladora imagen de la vejez, pero todo ello narrado con una gran delicadeza que provoca la emoción en el lector y la complicidad porque se identifica con lo narrado.

No te veré morir, título que se le inspiró un poema de Idea Vilariño y que sugiere una despedida previa antes de la definitiva, lo que la convierte en algo mucho más dramático y doloroso.

Aunque la novela transcurre en el presente, la narración se mueve hacia atrás al pasado anterior a la Guerra Civil donde se muestra a Gabriel Aristu en su infancia y su relación con su familia, especialmente con su padre. Fue la sobreprotección recibida por parte de este último, lo que le hizo marcharse al extranjero, huyendo de la dictadura.

Fue entonces cuando la relación con Adriana Zuner, quedo en suspenso al abandonar España y quedarse ella aquí, hasta que cincuenta años después es cuando decide regresar y siente necesidad de volver a reencontrarse con ella.

La narración se podría dividir en dos partes de estilos narrativos muy diferentes. La primera comprende las setenta primeras páginas en las que utiliza una prosa más experimental, en la que prescinde de la puntuación como si le obstaculizara la expresión apasionada y vehemente mientras expresa los dos puntos de vista de ambos amantes. En la segunda parte, en cambio, utiliza un estilo narrativo polifónico, por lo que las voces narrativas se multiplican y a través de ellas se van exponiendo las ideas, logros y fracasos de los personajes.

Según ha manifestado Muñoz Molina en una reciente entrevista, la novela nació de forma vehemente, pero, en todo momento, quiso tener un tono narrativo concentrado y, a la vez, impetuoso. Para conseguir dicho fin, estuvo leyendo durante mucho tiempo mucha poesía que, además, tuviera una proyección narrativa como la de César Vallejo o Walt Whjtman. Aunque, reconoce el autor que el elemento que fue fundamental para encontrar el tono narrativo buscado fue la suite de cello de Bach que es citado en la novela y que le sirvió como una fuente de inspiración imprescindible para dotar a la narración de fluidez y, al mismo tiempo, de una evidente sobriedad y moderación que se combinan sin prisas, pero sin pausa.

En esta novela, un espacio narrativo no demasiado extenso, menos de 250 hojas

se reflejan varios personajes, aunque lo que más prevalece en ella es el recuerdo de quienes fuimos una vez y la pregunta que sugiere es si nos seguimos reconociendo, al igual que surgen las preguntas de qué nos hubiera ocurrido si hubiéramos tomado otras decisiones. Sobre todo, lo que queda patente es la fugacidad del tiempo que se pone de manifiesto ante quien ha llegado ya a la vejez sin darse cuenta y advierte, sorprendido, que ha llegado a la última estación de su vida. Reflexiona sobre la belleza que también encierra la ancianidad, sin necesidad de la ayuda de la cirugía plástica tan en boga, en busca de una juventud perdida, aunque la edad puede proporcionar un esplendor del que carecen otras etapas de la vida, que se basa en la serenidad, la aceptación y el firme carácter de quienes ya están de vuelta de todas las batallas de la vida.

 

La soledad de Hans Teodrore Mankel, José Luís Muño

La soledad de Hans Teodore Mankel José Luís Muñoz, Bohodon Ediciones, 2023, 385 pp.

La soledad de Hans Teodore Mankel
José Luís Muñoz,
Bohodon Ediciones, 2023, 385 pp.

Ana Alejandre

Esta nueva novela de José Luís Muñoz, prolífico autor, es, sin duda alguna, la más literaria de las que ha escrito, y lo es doblemente porque, en primer lugar, el género es de literatura general, dejando a un lado el género en el que se ha especializado, entre otros, como es el género negro. Más el lenguaje utilizado, con unas frases más largas y complejas, la descripción psicológica del protagonista y de otros personajes y, segundo, porque es la literatura el tema central de la novela y así lo demuestra esta narración que se bifurca en dos, siendo la principal la trama que se narra y, la segunda, la novela que está leyendo el protagonista, entre admirado y sorprendido, y que se ha llevado de la editorial desaparecida , enviada por un escritor del que solo conoce su nombre que figura en la obra, cuyo autor no se volvió a interesar por recoger el manuscrito, al notar el silencio que recibió como respuesta.

La acción que transcurre en Múnich, poco antes, pero en un año indeterminado, de la unificación alemana, que tuvo lugar el 3 de octubre de 1990., fecha que, desde entonces, se conmemora como el Día de la Unidad Alemana. El lenguaje es lineal y no hay saltos temporales ni espaciales, y solo se establecen los dos espacios narrativos y el cambio temporal en las dos narraciones que se simultanean. La una en el tiempo anterior a la unificación alemana, y la otra en un tiempo indeterminado, y en una residencia para personas mayores en plenos montañas, en la que un profesor jubilado está interno y habla con algunos de sus compañeros residentes, evocando una vieja pasión que le acompaña en el recuerdo emocionado por su intensidad que aún perdura en su vejez solitaria,

Hans Teodore Mankel es el protagonista de esta novela que le da título a la misma. Es un lector de una pequeña editorial que asesora al propietario de dicha empresa sobre aquellas obras recibidas que merecen ser publicadas o no. De este personaje, parsimonioso, circunspecto, reservado, tímido y con cierta falta de habilidades sociales, se va relatando en tercera persona, de manera directa, sencilla y metódicamente lo que hace, bebe, piensa, lee y dice, con total objetividad, exenta de cualquier emoción por parte del protagonista y con la asepsia propia de la voz narradora que cuenta solo lo que ve un espectador omnisciente. Esto recuerda a una de las características de la literatura realista que tanto se usa en los diversos géneros de ficción.

La sensación de ser un escritor fracasado domina el estado de ánimo de Han Teodore Mankel, especialmente al quebrar la editorial para la que trabajaba y el suicidio posterior de su editor. El fracaso de su primera obra y la crítica recibida de un difícil crítico literario le sumen en una sensación de la inutilidad de sus intentos y, al comparar la novela recibida de ese autor desconocido, por su autenticidad, y capacidad narrativa que le fascinan, comprende que nunca llegará a igualar a ese autor que tiene la madurez narrativa de un escritor avezado y no la de un simple autor novel y eso le hace caer más profundamente en el desaliento.

En esta novela no se narra solo las peripecias del protagonista, sino que aparecen reflejados otros personajes, más o menos duraderos en la narración, como son el propio editor arruinado, Gustav Webber, la mujer solitaria y medio loca a la que le ha apodado Madeleine, aunque desconoce su verdadero nombre; al igual que otros personajes que pululan por la novela principal y la segunda ficción dentro de la ficción, como son el profesor Johan Müller, sus compañeros de residencia, Deter Wolfe, empresario ya jubilado, la enigmática dama Úrsula Kiess y la bella Aina Bodren, el amor apasionado del viejo profesor que toman vida en la novela que está dentro de la narración principal, como diferentes ámbitos, dentro del universo de la ficción que es toda novela, y que muestran que la realidad y ficción son vasos comunicantes en los que lo que entra en uno sale del otro pero, aunque sean continentes distintos, el contenido es el mismo, pues la literatura es un reflejo de la propia realidad que se plasma en el universo de ficción y este puede reflejarse en otro igualmente ficcionado, lo que provoca la pregunta ¿no es la realidad otra ficción que vivimos en el mundo real y fáctico, pero en el que hay muchos niveles distintos que se comunican entre sí?. El mundo de los sentimientos puede crear ficciones cuando se intenta vivir de forma diferente a lo que se siente, quiere o desea. Esa ficción se vive falsamente en la realidad, queriendo hacer creer que lo que se siente, piensa, desea u opina es real y no deja de ser un mundo aparente de mentiras y falsedades, o sea, pura ficción insertada en la vida real.

En La soledad de Hans Teodore Mankel, el autor trata, a través de los diálogos entre los personajes, los pensamientos, dudas y reflexiones de los protagonistas de ambas novelas intercaladas, del problema del amor y el el deseo, de la lealtad y la traición, del paso inevitable del tiempo y sus muchos estragos, de la vida y la muerte, del éxito y el fracaso; así como, de la mentira que se esconde en muchos tipos de géneros artísticos y su falacia comercial que convierte en arte a productos variopintos que no son arte ni artesanía, solo objetos absurdos y grotescos para vender en el mercado artístico.

Y como no podía faltar, habla de literatura, buena literatura, sin subgéneros que la encorseten y limiten. Se citan las obras magnifica de Thomas Man como son los Baddenbrooks (1901), La Montaña Mágica (1924), ambos libros considerados monumentos de la literatura universal que nos dejó un recuerdo imborrable a quienes los leímos hace tantos años y volvemos a releer con la misma atención y placer los adeptos a la literatura de este gran escritor alemán, uno de los más insignes representantes de la corriente modernista (Premio Nobel de Literatura de 1929).

También, habla, a través de su personaje central, de los críticos llamándoles escritores fracasados, olvidando que hay muchos críticos que nunca han escrito un libro de ficción, solo de teoría de la literatura porque son grandes teóricos de esta materia; de las trapisondas de las editoriales, de las envidias entre los escritores, del talento y de su falta en muchos escritores afamados y aplaudidos. Es decir, del mundo de la literatura en sus aspectos comerciales que son los que predominan en un sector tan importante para la cultura, pero que tiene que estar sometido a los requerimientos del mercado.

Esta novela es, pues, la constatación de que José Luís Muñoz sale de territorio limitado que son los géneros y subgéneros, más comerciales, para abordar la literatura a secas, donde la vida palpita en los seres que la habitan y que dejan el recuerdo en los lectores, no por llegar a descubrir quién mató a quien, sino por estar leyendo y dialogando con los personajes de ficción que toman vida y se sientan al lado del lector para dialogar de los verdaderos enigmas que tienen que descifrar los seres humanos, convertidos en personajes de ficción, para llegar a comprender el mundo que los rodea y, lo más importante, para comprenderse a sí mismos.

Es deseable que esta novela sea la primera de una etapa menos prolífica en títulos, quizá, pero en las obras que escriba, a partir de ahora, se ponga de manifiesto al verdadero escritor que es José Luís Muñoz, en su verdadera calidad de autor no sometido a los cánones de los distintos géneros que le limitan a un campo acotado que le viene pequeño.

Excelente novela, La soledad de Hans Theodore Mankel.

 

 

Leyendo a Galdos, Leonardo Romero Tobar

Leyendo a Galdósç Leonardo Romero Tobar Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2023

Leyendo a Galdósç
Leonardo Romero Tobar
Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2023

Ana Alejandre

Elpofesor Romero Tobar le ha dedicado mucho tiempo al estudio de las obras de Beniro Pérez Galdós,entre otros autores del siglo XIX, cuya literatura considera que es un crisol de grandes autores y obras insignes. Especialmente le ha dedicado una gran atención, tiepo y estudio a Benito Pérez Galdós, al que le ha dedicado varios y dispersos estudios que recopila en este volumen que presenta ahora.

Leonardo Romero tobar, es profesor, historiador de la literatura, crítico literario ye hispanista. Profesor de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad de Santiago de Compostela. Es autor de obras como “Panorama crítico del Romanticismo español” (1994), Dos liberales o lo que es entenderse. Hablando con Larra (2007) ​ y Goya en las literaturas (2016),

Ofrece estas recopilaciones que, por serlo, siempre constituyen misceláneas, aunque sean monotemáticas por ser único y concreto el tema del que tratan, todos y cada uno de estos estudios que, en este caso, tienen como protagonista la obra de Pérez Galdós, aunque la profundidad de cada estudio, el tono y los criterios bajo cuyo prisma se ha creado cada texto, según se trate de una novela del escritor estudiado, Por ello, algunos de estas misceláneas son exhaustivas, por ejemplo, la titulada “Goya en Galdós” y otras, sin embargo, son más panorámicas como es por ejemplo el conjunto dedicado, de forma más sesgada, a los distintos aspectos de los “Episodios Nacionales”.

El libro facilita la lectura por el orden que ofrece en sus cinco secciones. La primera, dedicada a “Generalidades”, que ofrece un texto en el que analiza cómo ha sido tratado Galdós en los distintos compendios de historia de la literatura publicadas desde la fecha de la muerte de Galdós (1920) hasta los años ochenta, aunque faltan las más recientes desde 1980 hasta hoy. La segunda sección se titula “Componentes biográficos”, lo que lleva a romero Tobar a incluir dos reseñas suyas sobre la obra “Vida de Galdós” de Pedro Ortíz Armengol (1996) y también de la obra “Correspondencia” de Perez Galdós, en su edición de 2016. Continúa la tercera sección que corresponde a los “Episodios Nacionales”, La cuarta, a su vez, sobre aspectos principales o secundarios de algunas novelas galdosianas, como son “Doña Perfecta”, “Gloria”, “Nazarín”, “La desheredada” y “Fortunata y Jacinta” y, por último , como cierre a la exhaustiva obra la sexta sección trata sobre la relación de Galdós con otros artistas o instituciones, como pueden ser los apartados dedicados al Museo del Prado, Goya, Larra y los poetas, aunque no pudo el profesor Romero Tobar incluir de cierta obra titulada “Galdós y los Poetas”, de Luís García Montero, publicado en 2020, en el centenario de la muerte de Galdós, con poemas de este poeta y de otros muchos dedicados a la figura de Galdós.

Romero Tobar ofrece en esta “Leyendo a Galdós” veintitrés rigurosas lecciones sobre el autor canario, añadiendo digresiones humorísticas, con detalles desconocidos y curiosos del autor de “Episodios Nacionales·.

En definitiva, esta obra, además de ofrecer el conocimiento profundo de la obra galdosiana, también es un fiel exponente del rigor académico, exhaustivo conocimiento de la literatura del siglo XIX, del que el profesor Romero Tobar es un verdadero especialista que disfruta exponiendo sus conocimientos y hace disfrutar a los lectores con su obra que muestra el placer siempre renovado de leer la buena literatura a través de tan insignes especialistas que la estudian, diseccionan, explican y razonan con rigor, amenidad y profundo conocimiento que gusta y deleita a todos.

 

El humor judío. Una historia seria,Jeremy Dauber

El humor judío. Una historia seria Jeremy Dauber Traducción de José Manuel Álvarez. Acantilado, 2023. 448 páginas.

El humor judío. Una historia seria
Jeremy Dauber
Traducción de José Manuel Álvarez.
Acantilado, 2023. 448 páginas.

Obra que trata el humor judío y sus características, insertándolo en la historia del pueblo judío y de autores y artistas tan famosos como Franz Kafka, Marcel Proust y los hermanos Marx, entre oros.

Ana Alejandre

En la mayor parte de su historia los judíos no tuvieron fama de divertidos, sino de todo lo contrario, especialmente entre sus vecinos que los consideraban inexpresivos, taciturnos y un tanto amargados. Fue en 1978 cuando la revista Times publicó un artículo en el que afirmaba que el 80% de los monologuistas estadounidenses más divertidos y graciosos eran judíos, hecho que parecía haber pasado inadvertido hasta entonces.

El autor de esta obra no crea una historia cronológica, sino que su planteamiento es muy original, pues ofrece en cada capítulo una muestra de la historia judía con ejemplos de la Biblia, el teatro yiddish del siglo XVIII y XIX y la serie Girls de Lena dunham. Da marcha atrás en la siguiente sección y comienza de nuevo, siete veces repite este sistema expositivo. Esto conlleva que el lector muchas veces encuentra la lectura repetitiva y decepcionante. Aunque Dauber manifiesta que la Biblia no es graciosa, no deja de usar ese planteamiento en toda la obra.

Esta obra singular, escrita por el especialista en literatura yiddish y hebrea, Jeremy Dauber, contiene varios capítulos dedicados cada uno a un tipo de humor y trata este tema con un sistema narrativo muy peculiar.

El libro se divide en capítulos y se puede encontrar un capítulo para el humor antisemita, otro para el humor intelectual y los juegos de palabras, otro para el satírico, uno más para el humor teológico o filosófico y una especie de subgénero, no bien delimitado, que abarca la obra de Franz Kafka, Marcel Proust, los hermanos Marx y Jerry y Jerry Sinfield

Realiza observaciones originales a lo largo de la obra, a pesar de que el andamiaje narrativo que usa le impide una mayor ligereza en el discurrir de la obra. Ofrece unos miniensayos sobre Kafka y Philip Roth. Con respecto al primer autor afirma que su comedia revolucionaria es genuinamente judía porque se burla de las presunciones de una verdad científica que niega las fuerzas irracionales que controlan la vida humana.

Destaca en este libro que el tema preferido de Dauber es la comedia cinematográfica y televisiva estadounidense Conptemporánea. Este autor se muestra más brillante cuando ofrece sus profundos conocimientos académicos. Especialmente, son de destacar los interesantes capítulos sobre el teatro yiddish de los siglos VIII y XIX, que son muy breves pero fascinantes.

Se describe en esta obra algo que sorprende y es el hecho de que la comedia judeoalemana se burlaba de la comunidad más religiosa del este de Europa, a los que calificaban como campesinos estúpidos, corruptos y degenerados sexualmente. La minoría judía de Berlín prefería la asimilación y alejarse de sus compatriotas del este, aunque la historia reciente provoca la pregunta de quiénes fueron los más estúpidos.

Parece que un motivo de preocupación para el profesor Dauber es el hecho de que el humor de los judíos estadounidenses se asemeje más al humor específicamente estadounidense y pierda sus características genuinas del humor judío para convertirse en un humor estadounidense sin más. Es evidente que le preocupa más el éxito de la comedia estadounidense que la desaparición del humor de la rama judía europea, que es lo más lamentable.