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Luis Mateo Díez, escritor con ecos cervantinos

Luis Mateo Díez

Luís Mateo Díez

 

Luis Mateo Díez

Luís Mateo Díez, escritor de resonancias cervantinas y creador de un universo literario e imaginario como escenario de sus mejores obras como el mítico territorio de Celama.

Ana Alejandre

El escritor Luis Mateo Díez, autor insigne de la literatura española actual, ha vuelto a ser noticia recientemente por haber sido galardonado con el premio Nacional de las Letras Españolas 2020,ha concedido por el Ministerio de Cultura

Según el fallo del jurado, la razón de dicho galardón concedido a Luis Mateo Díez está motivada en que «como escritor en diversos géneros, y especialmente como narrador, es heredero de una cultura oral en la que nace y de la que registra su progresiva desaparición. A ello se suman una técnica y un lenguaje poético de extraordinaria riqueza y una preocupación constante por la dimensión moral del ser humano».

Luis Mateo Díez nació el 21 de septiembre de 1942, en Villblino (León), localidad en la que su padre era funcionario del ayuntamiento, profesión que él escritor también ejerció en el Ayuntamiento de Madrid hasta su jubilación, compatibilizándola con la de escritor.
Se trasladó la familia de Mateo Díez. en 1954. Desde su localidad natal a León. De su infancia en esa rica tierra leonesa y sus ricas tradiciones parece provenir la vocación de este escritor por la narración, tanto oral como escrita.

Cursó estudios de Derecho en Oviedo y Madrid y, en 1969, ingresó por oposición en el cuerpo Técnico del Ayuntamiento de Madrid, ciudad en la que reside desde entonces y en la que ejerció ambas profesiones; la administrativa y la literaria como ya se ha mencionado anteriormente. Está casado y tiene dos hijos.

Fue copartícipe en la creación y redacción de la revista cultural Claraboya en colaboración con Agustín Delgado, Antonio Llamas y Ángel Fierro. En esa época publicó sus primeros poemas y en 1972 vio la luz la siguiente colección poética Señales de humo, aunque abandonó la poesía en beneficio de la narración, escribiendo una innumerable obra compuesta por novelas y colecciones de relatos. Esa ingente e incesante labor creativa ha consolidado su fama como uno de los escritores más importantes de la literatura española actual que se ha puesto de manifiesto en toda su obra: novela, cuentos, microrrelatos y otras de difícil catalogación en un género indeterminado porque son una mezcla de la memoria individual, la reflexión literaria, el ensayo, la ficción y el artículo.

A finales de los años setenta participó con Juan Pedro Aparicio y José María Merino en la invención del apócrifo común Sabino Ordás.
Se puede catalogar su literatura como una expresión buscada y sabia de la rica tradición oral de Castilla y León; pero su calidad literaria la hace trascender de un país y una época para alcanzar tintes universales, ya que es el creador de un mundo ficticio; pero personal e intransferible en la narrativa contemporánea española. Su escritura es recia, sólida y con matices exquisitos en la elaboración de un lenguaje rico en metáforas que van configurando las historias profundamente reales en sus planteamientos vivenciales; pero que sobrecogen por su riqueza idiomática repleta de sugerencias y belleza poética. El propio autor afirma que "Mis personajes son héroes del fracaso".

Mateo Díez se califica como un escritor "irrealista" y cree que la novela, como obra de ficción, puede permanecer ajena a la actualidad aunque no al sentido de la realidad de cada momento y, por ello, ha creado mundos imaginarios.

Esos espacios de ensoñación y oníricos han sido los escenarios de las novelas de dicho autor y creador de "ciudades de sombra" como Celama, mítico territorio simbólico y metafórico, imaginado por el escritor para retratar la extinción del mundo rural.

De su obra literaria se pueden destacar títulos como La ruina del cielo, La fuente de la edad, Apócrifo del clavel y la espina o La cabeza en llamas, entre otras muchas, incluyendo su última novela El animal piadoso.

Su prolífica obra se ha traducido a muchos idiomas y, algunas de ellas, han sido adaptadas al cine. Así, el cuento "Los grajos del Sochantre" fue llevada al cine por J.M. Martín Sarmiento en la película que llevaba el título de El filandón, y, también, su novela "La fuente de la edad" ha sido filmada por Julio Sánchez Valdés, en una versión para Televisión Española.

Ocupa el sillón “I” de la Real Academia Española desde el 21 de mayo de 2001. y ha sido galardonado con numerosos premios literarios, entre ellos el de la Crítica y el Nacional de Narrativa por La fuente de la edad (1986).

Es una buena noticia el último premio concedido a este escritor de resonancias cervantinas evidentes que viene a reconocer su valiosa obra literaria, ajena a todo fin meramente comercial que impera en las muchas novedades editoriales de todos los géneros y subgéneros que invaden las librerías y que son obras para leer y olvidar con igual rapidez y desinterés.

Mateo Díez es un escritor que ha dejado una huella profunda en la literatura española actual que será difícil de borrar por el viento de la novedad y la moda, porque sus ecos serán perdurables como la de toda buena literatura que llega al imaginario de los lectores y permanece indeleble con la impronta de la calidad literaria y el talento narrativo de un escritor que merece que muy pronto se le conceda el Premio Cervantes como colofón de su extraordinaria obra literaria, una de las más importantes del panorama literario español actual.

 

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