Usted está aquí:  >>> Crítica Literaria 

Crítica literaria

 

Solo humo, Juan José Millás

Solo humo Juan José Millas Alfaguara, 2023

Solo humo

Juan José Millas

Alfaguara, 2023

La nueva novela de Juan José Millas es una lúcida reflexión sobre la imaginación y la capacidad trasformadora de la literatura, tanto para el escritor como para los lectores.

Ana Alejandre

La escritura de Millás siempre está a caballo entre la realidad y la fantasía, pero sin renunciar nunca a aquélla, creando así una atmósfera surrealista en todas sus obras que sorprende siempre a sus lectores, porque le gusta diseccionar, con maestría de un cirujano manejando un bisturí, la realidad y sus entresijos más íntimos, para encontrar siempre la joya escondida entre los pliegues de cualquier situación real para demostrar que lo imposible siempre es posible y que la imaginación que crea las fantasías siempre se encuentra oculta tras la mano que escribe el destino de los seres humanos.

La narración comienza un día significativa para el protagonista, Carlos, pues ese día es el de su cumpleaños que le otorga la mayoría de edad. Recibe un insólito regalo en forma de noticia inesperada de que su padre había muerto, y aunque nunca tuvo relación paternofilial con él, le había dejado como herencia una casa con todo su mobiliario, enseres, etc. Le pareció fascinante dicho inesperada herencia, pues le concedía la posibilidad de entrar “físicamente” en la vida de su progenitor, anterior habitante de la casa, porque los objetos le muestran claramente quién y cómo era su antiguo poseedor, con una elocuencia mayor que cualquier descripción verbal por minuciosa que fuere.

A través de los libros que encuentra, advierte que su padre es un lector apasionado. En el dormitorio se encuentra al lado de la cama un libro del que le entusiasma su lectura, es una colección de cuentos de los hermanos Grimm. Los relatos los va leyendo con fruición e interés que aumenta a medida que avanzan las páginas y, a través de ellas, se va iniciando un cambio psicológico en el lector que advierte que este libro le va acercando a la figura siempre lejana de su padre, y empieza a saber moverse por las siempre sutiles fronteras que divide la realidad de la ficción y la cordura de la locura.

En esta nueva novela, Millás trata de los temas que son habituales en su obra literaria como son la identidad personal, el desdoblamiento, los entresijos más recónditos de la realidad en los que se encuentra escondido el misterio que sustenta el andamiaje de lo “real”, que no es más que una simulación que percibimos por los sentidos y procesada por el cerebro de cada observador. Además, reflexiona sobre la paternidad, así como un elogio a la imaginación y a la poderosa imaginación y a la capacidad transformadora de la literatura, tanto para el escritor como para el lector, que pueden madurar a través de la escritura como de la lectura.

Toda la novela está siempre trufada de un continuo y sutil sentido del humor, y de esa ironía, no exenta de ternura, que está presente en la narración. Como un salvoconducto contra la nostalgia y el inexorable paso del tiempo que termina destruyendo a todas las criaturas vivientes.

Los más importantes cuentos de la historia se entremezclan sus sueños (lo onírico no podía faltar en el estilo surrealista de este autor), sus lecturas, sus insomnios y sus propias vivencias.

Como ya se indica anteriormente, el tema del desdoblamiento también lo toca, haciendo que el lector se inmiscuya en la narración, porque es lector y personaje a la vez. Los protagonistas también se desdoblan y actúan y son observadores de su actuación a la vez, en un juego similar al de los espejos enfrentados que de una imagen de una persona reflejada salen multitud de imágenes multiplicadas. Como la realidad, parece querer decir Millás, en la que somos uno y muchos a la vez, en una multiplicidad que el propio sujeto no puede controlar por voluntad propia.

Los elementos que utiliza Millás son muchos y variados porque no solo se vale de presencias, sino que también de ausencias, de objetos, lugares y sensaciones e, incluso, de silencios, esos que quedan después de las palabras, pero que, cuando estas callan, el silencio que las sustituye es más elocuente que aquellas Todos estos recursos les ayudan a crear una atmósfera única, irreal por momentos, pero sin dejar la realidad que es el sustrato que le sirve para crear esa atmósfera de fantasía en la que siempre subyace la realidad temida, con su rápido y tedioso discurrir de los días.

 

Cualquier verano es un final, Roy Loriga

Cualquier verano es un final Ray Loriga Alfaguara, 2023

Cualquier verano es un final
Ray Loriga
Alfaguara, 2023

La nueva novela de Ray Loriga es su regreso a la vida, después de haber superado, hace tres años, un tumor cerebral. Es una reflexión sobre el amor, la amistad entre hombres, la vida y la muerte.

Ana Alejandre

La nueva novela de Ray Loriga es como un ajuste de cuentas con la muerte de quien como, le ha sucedido al escritor, salió con vida de un tumor cerebral, hace tres años, después de una operación a vida o muerte, que le dejó un parche en un ojo apara siempre, cuando ya pensaba que tenía los días contados. Ha recibido el Premio Alfaguara

La novela tiene dos personajes como son Luic, y le da la voz narradora a otro personaje. Yorick, un amigo suyo. Yorick es el nombre del bufón que sujetaba la calavera que coge en sus manos Hamlet en su famoso monólogo de “ser o no ser…”. Quizá, como un guiño a los lectores, ya que el bufón creado por Shakespeare, sosteniendo la calavera, era un testigo mudo del monólogo de Hamlet sobre la muerte, El amigo de Luic también intentaba descubrir el motivo por el que este tenía tal fascinación por la muerte y la buscaba.

Luic de mediana edad, en la década de los cincuenta, y con plena salud, es editor de clásicos para niños, y ha decidido trasladarse hasta el lago Constanza, famoso en por sus bellísimos paisajes y, en otra época, por sus sanatorios para tuberculosos y neurasténicos, aunque actualmente, existen en ese lugar clínicas para la eutanasia o el “suicidio asistido”, que es lo mismo con diferente nombre. Por ello, Suiza se convierte así en el principal destino donde acude el llamado “turismo de la muerte”, porque lo que se busca en ese lugar es morir de forma asistida y segura. Ciudadanos europeos y del otro lado del Atlántico, llegan hasta dos pueblos de esa zona, con sus hermosos paisajes de valles, lagos y montañas que inspiraron, en otro tiempo, a los poetas románticos para despedirse de la vida y de toda aquella belleza incomparable.

El narrador, no se cree, o n quiere creerlo, el letal propósito que tiene Luic o, sobre todo, quiere saber el motivo de por qué quiere desplazarse a ese bello lugar, aunque siniestro por sus macabras ofertas, para solicitar la eutanasia. Por su parte, Yorick quiere que le practiquen el suicidio asistido, por haber sufrido un ictus poco antes. Entre ambos amigos existe algo más que una amistad, incluso a nivel sensual. Sin embargo, esta relación y la exploración de la masculinidad peca de cierta frialdad anodina, como si el autor de la novela quisiera pasar de puntillas por esta situación que le parece escabrosa. No es el personaje, sino el escritor el que no parece sentirse cómodo,

Se puede considerar esta novela como una reflexión sobre la amistad entre dos hombres y su evolución, incluso con tintes amorosos no homosexuales. No es un libro sobre la muerte, sino sobre el enigma que toda persona representa para otra, aunque les una la amistad. Yorick hace de Luic un ídolo, proyectando sobre él su ideal, y le convierte en un alter ego al que admira y al que imita en un deseo de posesión del otro a través de la semejanza, de la duplicación.

Es una novela que ha tenido un propósito que le ha quedado a mitad de camino al autor. La identidad de Luic, su fascinante personalidad, su encanto, se contrapone con una extraña frialdad y desapego por la vida, estando sano y siendo feliz. Es un personaje a medio construir y le faltan matices que le hagan creíble, que le convierta en un personaje de carne y hueso ante el lector para creérselo.

Esta, como otras obras de Loriga, parece tener un amplio propósito que no llega nunca culminar, a realizar, como si a medio camino se cansara de a historia o perdiera el rumbo para continuarla. Es un escritor que tiene un cierto automatismo en su prosa, como si escribiera al dictado. Le falta esa comunicación directa con el lector, como si fuera un diálogo, porque siempre se le encuentra lejano y ausente de su propia obra.









 

 

Un país bañado en sangre, Paul Auster

Un país bañado en sangre Paul Auster y Spencer Ostrander Traducción de Benito Gómez. Seix Barral, 2023. 192 pág.

Un país bañado en sangre
Paul Auster y Spencer Ostrander
Traducción de Benito Gómez.
Seix Barral, 2023. 192 pág.

El escritor explica en esta obra el grave problema de la superabundancia de las armas de fuego en los hogares norteamericanos.

 Ana Alejandre

Paul Auster (1947), uno de los más importantes novelistas de la actualidad, además de ensayista, trata en este breve libro, recientemente publicado también en América. Esta obra incluye fotografías de Spencer Ostrander (1984), excelentes imágenes en blanco y negro de los escenarios reales de treinta tiroteos masivos, que, a pesar de su sobriedad, resultan inquietantes por su asepsia que no ofrece las figuras humanas ni cualquier otro indicio de las matanzas que allí se vivieron. No hay fría indiferencia, sino el deseo de no caer en lo morboso de unas escenas sangrientas. Sin embargo, Auster, hace una alusión explícita a un drama familiar que su padre había callado siempre. Era el protagonizado por su abuela paterna que había matado de un disparo a su abuelo porque la había abandonado por otra mujer

No existe nada en este mundo que no tenga su lado positivo y el negativo. EE. UU. no puede ser una excepción, a pesar de sus muchas cualidades como país. Su tasa de homicidio es de las más alta en comparación con cualquiera de los países desarrollados. La explicación de este fenómeno la dan los expertos y, según afirman, no es otra que el excesivo número de armas de fuego en manos privadas que se eleva hasta la exorbitante cifra de 400.000.000 de armas, lo que hace imposible confiscar dicha cifra astronómica de armas que los ciudadanos norteamericanos tienen en sus hogares.

El autor hace hincapié que, en Estados Unidos, como en cualquier otro país desarrollado, sigue habiendo accidentes de circulación, aunque estos se han reducido mucho en las últimas décadas por las medidas legales que se tomaron para ello y nadie se opuso, considerando que eran medidas necesarias y adecuadas.

Sin embargo, en el caso de las armas de fuego no se ha conseguido arbitrar alguna medida para su disminución, porque este escabroso tema es una de las batallas más importantes de la guerra cultural que se ha extendido por todo es país en los últimos años. Todo ello porque, para muchos ciudadanos, el derecho a la posesión de armas constituye una libertad fundamental que está amenazada por los demócratas que son defensores del intervencionismo estatal. Se basan en la Segunda Enmienda a la Constitución que expresa el derecho a “portar armas”, pero Auster mantiene su acertada opinión de que se refiere ese derecho a las milicias ciudadanas que se crearon por los ciudadanos estadounidenses, cuando se independizaron, para defenderse del peligro que veían en la creación de un ejército nacional para su recién lograda independencia.


Además, argumenta Auster, que existe una leyenda falsa sobre el uso de las armas de fuego creada por las “películas del oeste” americano, que le gustaban mucho al escritor en su niñez. Afirma que un duelo a tiros era algo inusual o insólito en los pueblos del “salvaje Oeste”, como se le llama a ese extenso territorio de los Estados Unidos.

También coadyuvó a esta afición desmesurada a las armas de fuego por parte de los ciudadanos norteamericanos la actitud de la Asociación Nacional del Rifle, que nació como una asociación de deportistas, pero no como un poderoso e influyente lobby, que se oponía al más mínimo control de la venta de armas.

Esta actitud hostil al control de la venta de armas tuvo su punto más importante de apoyo cuando, en 1996, el Congreso prohibió las subvenciones a las investigaciones que tuvieran como fin demostrar que la posesión de armas de fuego son un factor importante en el aumento de la tasa de homicidios.

A pesar de estas posiciones contrarias, se puede advertir, según el autor de esta obra, que ha disminuido el número de armas de fuego en manos de particulares, pues si hace medio siglo la mitad de las familias estadounidenses poseían armas de fuego, en la actualidad solo un tercio de los ciudadanos las tienen. Lo que es un logro que demuestra el cambio de actitud de los ciudadanos ante este tema de importancia capital.

Pero el mayor impacto en la opinión pública estadounidense lo tienen las continuas y terribles matanzas indiscriminadas en los lugares públicos más concurridos como colegios, iglesias, centros comerciales, etc., a los que Auster le da una mayor importancia. La mayoría de esos casos trágicos están provocados por jóvenes solitarios que sienten rabia y odio hacia la sociedad en general, por sentirse postergados o, peor aún, víctimas de acoso escolar, laboral o familiar. En otras ocasiones, debajo de esos terribles y absurdos crímenes sin sentido, se esconde un odio racista o xenófobo, cuando las víctimas pertenecen a otra raza o país de procedencia, siendo este tipo de crímenes lo que más han aumentado últimamente.

Es una obra breve Un país bañado en sangre, pero a pesar de su brevedad incita a reflexionar sobre un problema tan grave como es el que provoca decenas de miles de muertos al año en EE.UU. (en 2021 murieron 48.830 personas con heridas relacionadas con armas de fuego en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades). Es casi un incremento del 8% con respecto a 2020, año récord de muertes por armas de fuego. Demostrando estos datos que quien tiene armas de fuego en su poder, antes o después, con motivo o sin él, terminará usándola, matando a seres indefensos que se encuentra con la muerte un día cualquiera en cualquier lugar público que parece un sitio seguro e inocuo, y muere sin saber por qué ni quién le ha matado, en un acto de venganza indiscriminada en la que poder descargar todo su odio hacia la sociedad en general, o sobre una minoría étnica o racial que solo ha cometido el error de buscar su medio de vida en otro país donde la vida humana vale muy poco, solo el precio de una o varias balas dirigidas contra quienes no saben que ese día tienen una cita programada con la muerte.