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Unanimidad insoportable
Mao Zedong, el Gran Timonel de la China Comunista
Mao Zedong, el Gran Timonel de la China Comunista
Unanimidad insoportable
Marcelino LastraUnanimidad y adhesión inquebrantable van camino de convertirse en sinónimos. Es la aceptación sumisa de la existencia de un Gran Timonel infalible, sea éste una persona o un grupo de iluminados; quizá también de interesados o, simplemente, de miedosos o cobardes prestos a cruzar la puerta de acceso a la traición.
El Evento Covid-19 hubiera sido imposible sin el ataque frontal a toda clase de disidencia. El Gran Timonel científico satanizó cualquier discrepancia, llamando hereje a quien osara comportarse como un ser humano; a saber: utilizar la razón y su derivada, la lógica, en vez de sumarse al pelotón dominado por los instintos primarios.
El Gran Timonel científico fue flanqueado por su homólogo el Gran Timonel político y, cómo no, el mediático.
El tan cacareado culto a la diversidad, al pluralismo, resultó ser una pantomima apenas aplicable a las mariposas, al caballito de mar o a las chifladuras subjetivistas nacidas del inalienable derecho a la autopercepción, tan en boga.
Todo conduce a un mismo lugar: La deshumanización de la persona.
Es la razón, y no el instinto, lo que nos hace humanos. Sin la primera, sólo seremos unos bípedos desnaturalizados embistiendo a los capotes que el Gran Timonel torero nos ponga delante de nuestros ojos, confundiendo -¡¡ilusos!!- la fuerza de la embestida con el discernimiento.
El Gran Timonel demanda, ahora, una nueva unanimidad: La adhesión sin fisuras a un relato maniqueo sobre la guerra de Ucrania, que analizaré en el próximo artículo.
Edición nº 58, enero/marzo de 2022